Pedro Sánchez necesita desesperadamente asegurarse una mayoría en el Congreso que dé luz verde a los presupuestos generales del social-comunismo, el detonador que le falta para la voladura de España.

Pablo Casado asegura que no está dispuesto a apoyarle, pero en su visita a la Moncloa llevaba la mano tendida y una lista de condiciones… ¿Quién puede fiarse de Pablo Casado a estas alturas?

Por el bien de los españoles, Casado no debe colaborar en facilitar los presupuestos-trampa de Sánchez e Iglesias, y tiene una última oportunidad, tal vez la última, de demostrar que no es el tonto útil de la izquierda.

Pide a Casado que tenga valor y vote NO a los presupuestos generales del Estado.

En HazteOir.org  no hemos dejado de denunciar un solo minuto la alarmante claudicación del PP, y los hechos, tozudamente, nos dan la razón.

El PP de Casado renuncia a dar la batalla cultural,  se arrodilla ante la agenda ideológica de la izquierda una y otra vez,  se desprende de su gente más capaz y comprometida (la decapitación reciente de Cayetana Álvarez de Toledo muestra cómo castigan el coraje y premian la vía colaboracionista de Feijóo).

Hoy, el PP es un partido vacío del músculo ideológico que se necesita para resistir la brutal ofensiva de socialistas, comunistas y separatistas contra nuestro marco de convivencia.

Cuando más necesita España un león que defienda con fiereza a los españoles, la foto que nos ofrece Casado en la Moncloa es la de un pobre cordero dispuesto a entenderse con su verdugo para validar los presupuestos.

Sr. Casado: no sea el tonto útil de Sánchez y diga incondicionalmente NO a los presupuestos del social-comunismo.

La prueba de que Casado renuncia a librar a la sociedad del modelo al que nos condenan socialistas, comunistas y separatistas son sus recientes palabras:

"Un partido no puede pretender que una sociedad se parezca a él por mucha razón que tenga. Lo que debe hacer es parecerse a esa sociedad".

Este es el testamento de Casado: la renuncia a cambiar a la sociedad, que mientras, es modelada a capricho por Sánchez, Iglesias y compañía.

De ahí que jamás se haya comprometido a derogar una sola ley ideológica… Hablan ya el mismo lenguaje de la izquierda en cuestiones como el feminismo, la ideología de género, las leyes LGTBI e incluso la memoria histórica.

Con todo, Pablo Casado puede aún negarse a ser el comparsa de Sánchez y decir NO a los presupuestos. Un NO sin condiciones ni complejos. NO a unos presupuestos social-comunistas para España. Y que sea Sánchez el que lidie con la responsabilidad del monstruo que ha creado, si es que puede. 

Pide a Casado que tenga valor y vote NO a los presupuestos.

Gracias por exigir valentía a Casado.