El embajador del Parlamento Europeo para el colectivo LGTBI se ríe de los cristianos y se disfraza de Virgen María con barba
El embajador LGTBI de la Unión Europea se mofa de la Virgen
El embajador LGTBI de la Unión Europea se mofa de la Virgen
La Unión Europea nos reserva cada año por Navidad una nueva ofensa contra los cristianos. El escándalo de este año consiste en mofarse públicamente de la Virgen María. El protagonista de la ofensa a los sentimientos religiosos es nada menos que el embajador del Parlamento europeo sobre temas LGTBI, un tal Riccardo Simonetti.
Para escarnecer a los cristianos ha elegido las fechas navideñas posando en la portada de una revista homosexual caracterizado como la Virgen, con barba, con un bebé de juguete en brazos y un San José vestido de rosa.
¿Vas a conformarte con que en Europa, como en España, reírse de la Virgen e injuriar a los cristianos salga gratis? ¿O vas a movilizarte para que Ricardo Simonetti sea cesado de inmediato?
Pide a la presidenta del Parlamento Europeo el cese urgente del embajador para el colectivo LGTBI por insultar a la Virgen María en Navidad.
La imagen es ofensiva, pero sus declaraciones no se quedan atrás. Dentro de la revista, Simonetti comenta que “si ignoramos el hecho de que Jesús no era blanco, podemos creer que la Virgen tenía barba”.
Y así, ataviado con una túnica y caricaturizando a la madre de Dios, se atreve a publicitar en la misma revista la película Benedetta, una cinta llena de sexo, lujuria, monjas y lesbianismo.
Es obvio que la intención de este personaje es hacerse notar, lograr publicidad, promocionar películas blasfemas como Benedetta y forrarse gracias a sus ataques a los cristianos. No es el primero ni será el último. Pero que lo haga desde un cargo institucional otorgado por los diputados europeos que pagamos entre todos es intolerable.
Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo: cese inmediatamente a su embajador para el colectivo LGTBI por insultar a la Virgen María en Navidad
La deriva anticristiana de las instituciones europeas es cada vez más palpable. Lo pudimos ver hace unos días cuando dictó unas directrices instando a no felicitar la Navidad para no ofender a otras creencias.
La estupidez de la recomendación fue tan grande que a las pocas horas pidieron perdón y retiraron el documento. Pero sus intenciones siguen ahí: quieren borrar de Europa cualquier legado cristiano y convertirla en un Estado supranacional sin legado ni historia.
La buena noticia es que estamos a tiempo de pararlo. Al igual que la indignación de los ciudadanos les obligó a dar marcha atrás, ahora tú y yo podemos hacer que Ricardo Simonetti deje de ser embajador de Europa para el colectivo LGTBI y que reírse de la Virgen María no salga gratis.
Señora Metsola, le ruego que despida YA al hombre que ha insultado a millones de cristianos por cinco minutos de fama.