En momentos en que nos jugamos la bolsa, la salud y la vida (que se lo digan a tantos pobres ancianos) España no se puede permitir tener otro virus maligno instalado en el Gobierno de la Nación. Ese virus maligno se llama Pablo Iglesias.

Un personaje que llama a politizar el dolor, cuando tantas familias están sufriendo la enfermedad y algunas ni siquiera tienen la oportunidad de despedirse de sus seres queridos, es, sencillamente, repulsivo… Tan repulsivo como la ideología que lo alimenta.

Iglesias se aprovecha del coronavirus para hacer lo que mejor sabe hacer: daño. Daño a los españoles, daño al Estado, daño a la Nación.

Pide aquí a Pedro Sánchez que cese cuanto antes a Pablo Iglesias como vicepresidente. 

El comportamiento del líder de Podemos no ha podido ser más ruin en lo que llevamos de estado de alarma.

El mismo irresponsable que jaleaba las marchas femi-comunistas del 8-M que dispararon la propagación del virus, pretende ahora hacernos tragar que la culpa de la situación extrema en la que estamos sumidos la tienen los “recortes” de la derecha.

Él, que se salta a la torera la cuarentena que al resto se nos exige, como si fuera el papaíto Stalin, a quien todo se le debe permitir porque está por encima del bien y del mal.

Un tipo que alimenta el odio a la Corona de España con caceroladas en plena crisis, desgastando los cimientos del Estado cuando más lo necesita… 

Súmate aquí para exigir el cese de Pablo Iglesias, líder de Podemos, como vicepresidente del Gobierno por comportarse de una manera tan desleal en un momento tan importante. 

Este señor aprovecha el coronavirus para promover su agenda comunista bolivariana. 

Solo así se entienden sus medidas económicas, orientadas a nacionalizar ciertas empresas y el cierre de toda industria no básica. Quiere meter mano en los alquileres, confiscar, acaparar poder en manos del Estado golpeando la propiedad privada, todo valiéndose del estado de alarma.

Usa el dolor, sí. Pero también la mentira y el miedo para emponzoñar a la sociedad.

Este es Pablo Iglesias, un tipo sin escrúpulos, un político maquiavélico que ha demostrado que por encima del bien común está el suyo propio. Su casta.