Petición a: Mons. Darío de Jesús Monsalve
No a la rehabilitación de Camilo Torres Restrepo
No a la rehabilitación de Camilo Torres Restrepo
Mons. Darío de Jesús Monsalve, Arzobispo de Cali, ha concedido una entrevista a El Tiempo en la que declara su intención de rehabilitar la memoria del sacerdote que se volvió guerrillero, Camilo Tores, y darle cristiana sepultura en la capilla de la Universidad Nacional.
En la entrevista, Mons. Monsalve minimiza la ideología comunista que llevó a Torres a dejar el sacerdocio y dedicarse a la guerra. Más aún, el arzobispo pareciera legitimar la línea ideologica seguida por el ELN y proponerla como base para la tranformación política del país. Por último reconoce su proyecto de abogar por una restitución de la dignidad sacerdotal del guerrillero comunista, y planea recuperar sus restos para darle cristiana seputlura en la capilla de la Universidad Nacional donde podría convertirse en ícono ideológico de los movimientos guerrilleros.
Camilo Torres Restrepo fue un sacerdote de la Arquidiócesis de Bogotá, que luego de estudiar en la Universidad Católica de Lovaina impulsó en el país la Teología de la Liberación promovida desde sectores progresistas de la Iglesia en Europa. Defendía la compatibilidad entre el Marxismo y la Fe Católica, En 1965 abandonó el sacerdocio y se enroló en el Ejército de Liberación Nacional en donde fue abatido en el primer combate. De él se recuerdan conocidas expresiones como “No sé si el alma es mortal, lo que sí sé es que el hambre mata", o “Si Jesús viviera, sería guerrillero.”
La Teología de la Liberación fue un movimiento heterodoxo que surgió en Europa durante la Guerra Fría, impulsado por el Consejo Mundial de la Paz, organización fachada para las actividades de la KGB soviética. Se caracteriza por la aplicación del Marxismo como sistema de pensmiento, reduciendo la redención cristiana a la “liberación” temporal del hombre de las “estructuras injustas” como serían el capitalismo y la desigualdad social. La teología de la Liberación fue condenada en tiempos de Juan Pablo II y reiterada por Benedicto XVI, como opuesta a la Fe Católica.
La rehabilitación de la memoria del sacerdote tendría un efecto devastador al interior de la Iglesia, pues al exaltar la memoria de un sacerdote que abandonó a Cristo para seguir a Marx envía una señal negativa a todos los sacerdotes que se esfuerzan por ser fieles al ministerio sagrado, a la vez que abre las puertas a que se impulse de nuevo la ya condenada Teología de la Liberación. A su vez, por fuera de la Iglesia, la instalación de un panteón en honor al sacerdote en la Universidad Nacional valida ideológicamente la guerra emprendida por el ELN y alienta la combinación de las formas de lucha que finalmente llevaron a Torres a sumarse a la violencia.
Firma ahora, y pídele al Arzobispo de Cali que reconsidere las consecuencias negativas de rendir homenaje a un sacerdote que lejos de seguir su ministerio de forma ejemplar, debería ser recordado como una lamentable prueba de los perniciosos efectos de la Teología de la Liberación en el alma de los sacerdotes.