¿Se puede explotar sexualmente a la mujer y ser juez de la CIDH?
Reprueben al juez Zaffaroni
Reprueben al juez Zaffaroni
ULTIMA HORA (23 de enero) El Colegio de Abogados de Buenos Aires pide la renuncia del juez Zaffaroni
El juez Zaffaroni nunca debió haber sido elegido como miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
El ar. 4 del Estatuto de la Corte señala lo siguiente:
La Corte se compone de siete jueces, nacionales de los Estados miembros de la OEA, elegidos a título personal de entre juristas de la más alta autoridad moral, de reconocida competencia en materia de derechos humanos, que reúnan las condiciones requeridas para el ejercicio de las más elevadas funciones judiciales, conforme a la ley del Estado del cual sean nacionales o del Estado que los postule como candidatos.
Además, el art. 20.1 apunta lo siguiente
Los jueces y el personal de la Corte deberán observar, dentro y fuera de sus funciones, una conducta acorde con la investidura de quienes participan en la función jurisdiccional internacional de la Corte. Responderán ante ésta de esa conducta, así como de cualquier impedimento, negligencia u omisión en el ejercicio de sus funciones
Zaffaroni está lejos de esa “más alta autoridad moral”. Las informaciones sobre el uso de sus departamento para el PROXENETISMO son muy abundantes. Incluso en una ocasión llegó a reconocerlo: “puede que sea verdad”
Una de sus inquilinas involucradas en el caso murió misteriosamente en accidente de tráfico…
Su estrategia de defensa fue responsabilizar a su administrador, aunque hay muchas pruebas que evidencian que él sabía que sus propiedades eran usadas para el proxenetismo. El afirma no conovcer a sus inquilinos, pero sus inquinos dicen tener "muy buena relación" con Zaffaroni...
¿Se puede explotar sexualmente a la mujer y ser juez de la CIDH?
Por otra parte, Zaffaroni no para de entrometerse en asuntos de su país, Argentina, cuando está obligado a mantener un discreto silencio.
A pregunta del gobierno argentino, la CIDH emitió la opinión consultiva 20/09 en la que concluía lo siguiente:
“Que el juez nacional del Estado demandado no debe participar en el conocimiento de casos contenciosos originados en peticiones individuales”.
Pues bien, desde que fue nombrado juez de la CIDH y sin que nadie le pregunte, Zaffaroni se ha manifestado sobre las siguientes cuestiones:
- Hizo declaraciones públicas exigiendo al gobierno argentino la liberación de una dirigente social acusada de graves delitos
- Sobre el fiscal Nisman, de quien se presume que fue asesinado tras presentar denuncia contra la ex presidenta Cristina F. de Kirchner, señaló: “Si Alberto Nisman estuviera vivo, creo que lo ahorco”. Ante las quejas de sus familiares y amigos, no se disculpó.
Además, el art. 18.1.c del Estatuto de la Corte señala que:
“Es incompatible el ejercicio del cargo de juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos con (…) cualesquiera otros cargos y actividades que impidan a los jueces cumplir sus obligaciones, o que afecten su independencia, imparcialidad, la dignidad o prestigio de su cargo.”
Pues bien, antes de las últimas elecciones presidenciales argentinas, el entonces juez de la Corte Suprema tomó abierto partido por el kirchnerismo afirmando lo siguiente:
“No creo que gane un proyecto diferente al kirchnerismo; un proyecto político diferente no tendría éxito y nos llevaría al caos (…) la gente no es tonta y no va a producir un desasosiego general”
O kirchnerismo o el abismo. ¿Es esta la independencia que busca la CIDH?
Zaffaroni no cumple con la más alta altura moral, no guarda discreto silencio ante los asuntos nacionales y no cumple las exigencias de independencia.
Exige a la Asamblea General de la OEA la destitución de Zaffaroni.
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Reprueben al juez Zaffaroni
Att. Coirte Interamericana de Derechos Humanos
C/c Comisión Interamericana de Derechos Humanos
C/c Asamblea General de la OEA
Les escribo con preocupación por el nombramiento de Eugenio Zaffaroni como miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Como sabe, el art. 4º del Estatuto de la Corte señala que los jueces tendrán “la más alta autoridad moral”. En el art. 20.1 añade que los jueces “deberán observar, dentro y fuera de sus funciones, una conducta acorde con la investidura”.
Sin embargo, el juez Zaffaroni ha estado involucrado en un escándalo de prostitución en Argentina. Afirma no conocer a sus inquilinos, pero sus inquilinos afirman tener “muy buena relación” con él.
Incluso en alguna ocasión Zaffaroni ha llegado a reconocer que “puede que sea verdad” el escándalo que le vincula a la red de proxenetismo.
Les dejo un video que explica perfectamente la denuncia a la que me estoy refiriendo: https://www.youtube.com/watch?v=49XEMEmapBI
¿Puede un juez de la CIDH estar involucrado en la explotación sexual de las mujeres?, ¿puede la institución aceptar la mera sombra de sospecha sobre la integridad moral de sus magistrados?
Además, el art. 18.1.c del Estatuto de la Corte exige -como no podía ser de otra manera- “independencia e imparcialidad” a los jueces. Sin embargo, Zaffaroni señaló lo siguiente ante de las pasadas elecciones presidenciales argentinas:
“No creo que gane un proyecto diferente al kirchnerismo; un proyecto político diferente no tendría éxito y nos llevaría al caos (…) la gente no es tonta y no va a producir un desasosiego general”
Es decir: O kirchnerismo o abismo. ¿Es esta la exigencia de independencia de la CIDH?
Por último, la Corte reclama para sus jueces un discreto silencio en los asuntos nacionales. Sin embargo, Zaffaroni se ha permitido interferir en la justicia nacional argentina pidiendo la inmediata liberación de una dirigente social acusada de graves delitos.
Además, Sobre el fiscal Nisman, de quien se presume que fue asesinado tras presentar denuncia contra la ex presidenta Cristina F. de Kirchner, señaló: “Si Alberto Nisman estuviera vivo, creo que lo ahorco”. Ante las quejas de sus familiares y amigos, ni siquiera se disculpó.
En definitiva, Zaffaroni no cumple las exigencias de “más alta moralidad”, independencia, imparcialidad y discreción.
Por todo ello, le pido que reprueben el nombramiento Eugenio Zaffaroni como juez de la CIDH.
Reprueben al juez Zaffaroni
Att. Coirte Interamericana de Derechos Humanos
C/c Comisión Interamericana de Derechos Humanos
C/c Asamblea General de la OEA
Les escribo con preocupación por el nombramiento de Eugenio Zaffaroni como miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Como sabe, el art. 4º del Estatuto de la Corte señala que los jueces tendrán “la más alta autoridad moral”. En el art. 20.1 añade que los jueces “deberán observar, dentro y fuera de sus funciones, una conducta acorde con la investidura”.
Sin embargo, el juez Zaffaroni ha estado involucrado en un escándalo de prostitución en Argentina. Afirma no conocer a sus inquilinos, pero sus inquilinos afirman tener “muy buena relación” con él.
Incluso en alguna ocasión Zaffaroni ha llegado a reconocer que “puede que sea verdad” el escándalo que le vincula a la red de proxenetismo.
Les dejo un video que explica perfectamente la denuncia a la que me estoy refiriendo: https://www.youtube.com/watch?v=49XEMEmapBI
¿Puede un juez de la CIDH estar involucrado en la explotación sexual de las mujeres?, ¿puede la institución aceptar la mera sombra de sospecha sobre la integridad moral de sus magistrados?
Además, el art. 18.1.c del Estatuto de la Corte exige -como no podía ser de otra manera- “independencia e imparcialidad” a los jueces. Sin embargo, Zaffaroni señaló lo siguiente ante de las pasadas elecciones presidenciales argentinas:
“No creo que gane un proyecto diferente al kirchnerismo; un proyecto político diferente no tendría éxito y nos llevaría al caos (…) la gente no es tonta y no va a producir un desasosiego general”
Es decir: O kirchnerismo o abismo. ¿Es esta la exigencia de independencia de la CIDH?
Por último, la Corte reclama para sus jueces un discreto silencio en los asuntos nacionales. Sin embargo, Zaffaroni se ha permitido interferir en la justicia nacional argentina pidiendo la inmediata liberación de una dirigente social acusada de graves delitos.
Además, Sobre el fiscal Nisman, de quien se presume que fue asesinado tras presentar denuncia contra la ex presidenta Cristina F. de Kirchner, señaló: “Si Alberto Nisman estuviera vivo, creo que lo ahorco”. Ante las quejas de sus familiares y amigos, ni siquiera se disculpó.
En definitiva, Zaffaroni no cumple las exigencias de “más alta moralidad”, independencia, imparcialidad y discreción.
Por todo ello, le pido que reprueben el nombramiento Eugenio Zaffaroni como juez de la CIDH.
