RITA MAESTRE ABSUELTA DE SU DELITO CONTRA LOS SENTIMIENTOS RELIGIOSOS
La Justicia dicta sentencia contra los creyentes
La Justicia dicta sentencia contra los creyentes
Los jueces están prostituyendo la Justicia. Al menos algunos jueces. Al menos cuando se trata de defender los derechos y la libertad de los creyentes. Especialmente si se trata de cristianos.
Y yo estoy harto de tanta basura judicial.
Como imagino que lo estás tú.
Quédate con esta fecha nefasta: 16 de diciembre de 2016.
A partir de hoy, no podrás ir a la iglesia con la seguridad de que nada malo habrá de pasarte, de que no van a entrar unos bárbaros a humillarte, a desnudarse en el altar o a interrumpir la Eucaristía porque les sale de las narices.
Así lo ha decidido la Audiencia Provincial de Madrid dejando que Rita Maestre, la asaltacapillas, se vaya de rositas después de profanar un templo. Después de burlarse de nuestras creencias.
Yo voy a enviar ahora mismo este mensaje al presidente y a los miembros del Consejo General del Poder Judicial para exigirles que me pidan perdón por ser incapaces de defender mis derechos y mi libertad como creyente. Si lo compartes, envía tú también este mensaje a los jueces.
Los últimos casos, el de Rita Maestre y el caso de la profanación de las formas consagradas de Pamplona, demuestran que ningún juez en España es capaz de castigar aquellas conductas que atentan contra la libertad ideológica, religiosa y de culto que reconoce el artículo 16 de la Constitución Española y que están recogidas en el Código Penal.
Estos delitos están tipificados claramente en nuestro ordenamiento jurídico. Existen. ¡Pero no los aplican! ¡No les da la gana!
Con su inacción, con su miedo, con su incuria, estos jueces acaban de matar el derecho fundamental a la libertad religiosa.
La consecuencia más directa es que los cristianos volvemos a ser ciudadanos de segunda categoría, desprotegidos jurídicamente frente a la agresividad y el odio antirreligioso que manifiestan algunos grupos sociales, colectivos muy ideologizados y partidos políticos especialmente del ámbito de la izquierda.
Te ruego que hagas saber a los jueces lo que piensas. No te calles: pídeles claramente que te pidan perdón por estar prostituyendo la justicia con sentencias como la de Rita Maestre.
Dicen los magistrados en la sentencia que para que los hechos objeto de enjuiciamiento sean considerados delito:
"Debe producirse un acto de profanación claro, directo, evidente y, por supuesto, físico, y no derivado del simple hecho de incumplir determinadas normas sociales, por mucho que ello pueda herir sentimientos religiosos de quienes profesan determinada religión".
Es decir, que entrar en una iglesia con el torso desnudo, con pintadas ofensivas, gritando, interrumpiendo, no es profanación. Me pregunto qué hace falta para que lo sea.
De momento han otorgado patente de corso para que cualquier radical laicista con ganas de notoriedad irrumpa, consciente de su absoluta impunidad, en misas y celebraciones religiosas a dar la nota.
La sentencia de hoy es un aliciente para boicotear procesiones y manifestaciones de fe, para reventar el culto a cualquier hora y en cualquier lugar, para mofarse de la fe, para llenar de pintadas ofensivas las catedrales de España.... ¿Qué más da?
“¿Eres creyente? ¡No vales nada!”
Esa es la consigna que alienta la sentencia que absuelve a Rita Maestre. Rabia y pena.
En el 36 fueron ajusticiados muchos jueces por defender la honorabilidad de su profesión, sus ideas y sus creencias.
¿Acaso les parecería bien a estos magistrados que pintáramos en la puerta de cada audiencia "Jueces, arderéis como en el 36"?